Las actividades terapéuticas se consideran médicamente necesarias para pacientes que necesitan una amplia gama de técnicas de rehabilitación que implican movimiento. Las actividades de movimiento pueden ser para una parte específica del cuerpo o pueden involucrar a todo el cuerpo. Este procedimiento implica el uso de actividades funcionales (por ejemplo, doblar, levantar, cargar, alcanzar, atrapar y actividades aéreas) para mejorar el rendimiento funcional de manera progresiva., Las actividades generalmente están dirigidas a una pérdida o restricción de la movilidad, la fuerza, el equilibrio o la coordinación. Requieren las habilidades profesionales de un terapeuta y están diseñados para abordar una necesidad funcional específica del paciente. Estas actividades dinámicas deben formar parte de un plan de tratamiento activo y estar dirigidas a un resultado específico.,
para que las actividades terapéuticas estén cubiertas, se deben cumplir los siguientes requisitos:
– el paciente tiene una condición para la cual se puede esperar razonablemente que las actividades terapéuticas restablezcan o mejoren el funcionamiento;
– la condición del paciente es tal que no puede realizar actividades terapéuticas excepto bajo la supervisión directa de un médico, optometrista o fisioterapeuta; y
– existe una clara correlación entre el tipo de ejercicio realizado y la condición médica subyacente del paciente para la cual se prescribieron las actividades terapéuticas.